En lo que va de año, la población del mundo entero ha colocado sus ojos en cómo van ocurriendo las cosas en otros países y en el propio país respecto al Covid 19. Es muy frecuente escuchar en la calle una conversación entre dos personas, separadas por 2 metros de distancia, y oírlos hablar de curva epidemiológica, número de contagios nuevos, número de muertes, porcentaje de ocupación en UCI, cuarentena, las interminables cosas que hacen para mantenerse seguros, etc. Pero también hablan de cuanto extrañan la familia, los sitios a los que solían ir, el trabajo, la economía, los viajes planeados, lo difícil de estar en casa encerrados, los abuelos y como cuidarlos, los niños y las clases virtuales, etc. Ambos ámbitos tienen algo en común, la presencia de Duelos y de este último, cómo nos cuesta hablar.
El duelo; que significa dolor, es simplemente eso, todas las situaciones de perdida de alguien, algo o situación, que nos generan dolor y este tiempo de pandemia ha estado lleno de esa sensación. Muchas de las personas con las que hablo a diario les cuesta identificar este sentimiento, porque termina siendo una mezcla de rabia, tristeza, frustración, angustia. Sin embargo, como psiquiatra, me preocupa no el tiempo que va corriendo, sino el tiempo después del Covid 19, el tiempo de retomar las actividades normales, la escuela, el trabajo, sitios públicos, la pareja, nuestra propia experiencia personal, que estará sin duda bañada de nostalgias, dudas, comenzar de nuevo.
Me preocupa el estado de ánimo que nos acompañara en nuestras rutinas, y lo poco o nada que solemos hablar de eso. Tomarnos el tiempo suficiente para hacernos conscientes de todas las cosas que han ocurrido, a nivel personal, luego familiar, laboral, como sociedad y como mundo, es muy importante. Darnos la oportunidad de hablarlo, expresarlo, manifestarlo, sea con los más cercanos, un amigo, familiar o en un ámbito terapéutico es aún más importante. Entre los profesionales de la salud mental se habla no de la segunda curva de contagios del Covid, sino de la segunda ola de contagios de ansiedad, depresión, trastornos del sueño, problemas de pareja “pos Covid 19” y de esa segunda ola es de la que pretendo hablar en este artículo.
Entonces, ¿es posible sentirse bien durante una pandemia? La respuesta es sí, siempre y cuando nos hagamos conscientes de lo que ha costado emocionalmente todas las medidas tomadas para resguardar nuestra salud física y activamente cada uno tomar sus propias medidas para resguardar su salud mental. Sea cual sea la situación que estés viviendo, debes tener claro esto: ¡Es temporal! Como muchas situaciones que has vivido anteriormente, esta también va a pasar, por eso es muy importante sacarle lo bueno a esta pandemia y hacer de esta crisis una oportunidad para crecer y aprender a estar bien en medio de situaciones adversas.
De las otras situaciones, como la convivencia familiar en pandemia, el duelo social, económico, profesional, hablaremos en otros próximos artículos. Pero no me quiero despedir en este sin antes decirles que sentirse mal, triste, angustiado, frustrado, rabioso, en estos tiempos de pandemia está Bien, es normal, es lo esperable, no buscar un espacio terapéutico para hablarlo es lo que no está bien. Nos vemos en una próxima entrega.
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